Sacar adelante un negocio no es fácil, de aquí que haya que ahorrar en diferentes aspectos para llegar con más facilidad a fin de mes y en consecuencia cuadrar las cuentas. Y para eso estamos aquí. Con la ayuda de uno de nuestros economistas te vamos a mostrar consejos eficaces con los cuales ahorrar en la oficina te será más fácil. Solo tienes que ponerlos en práctica y cuadrar los números de tu negocio te será más sencillo.
Apuesta por los cartuchos compatibles
En una oficina suele ser común imprimir bastante. Como bien sabrás, los cartuchos originales no son para nada baratos, lo que significa que imprimir no es barato. Pero por suerte hay una solución que seguro que te dará muy buenos resultados y son los cartuchos compatibles. Con ellos vas a poder disfrutar de muchos beneficios, siendo uno de ellos el beneficio del ahorro.
Para disfrutar de una buena experiencia es importante optar por los cartuchos compatibles de calidad. En A4Toner podrás encontrar con facilidad el cartucho compatible que funcionará con tu impresora. Tiene un buscador muy sencillo para que la experiencia de compra sea fácil. Aunque si tienes dudas, siempre puedes ponerte en contacto con ellos y te asesorarán sin compromiso.
Usar los cartuchos compatibles es tan sencillo como los originales. Pero como son más baratos, entonces se puede decir que el coste por impresión es mucho más bajo. Puede parecer una tontería, pero el ahorro en muchas ocasiones puede ser grande para las oficinas. Solo tienes que probar y podrás comprobar el ahorro y que la calidad y duración son las mismas que la que ofrecen los cartuchos originales. Por ese motivo son muchas las oficinas que ya apuestan por ese tipo de cartuchos por los muchos beneficios que ofrecen.
Regula la temperatura de la oficina
Las oficinas empresariales suelen ocupar un espacio considerablemente más amplio que una vivienda convencional, lo que provoca un mayor costo en calefacción. Afortunadamente, existen métodos sencillos para reducir el gasto energético en estos entornos.
Una de las opciones más eficientes es la instalación de un termostato de ambiente en cada área de trabajo, lo que permite controlar mejor la temperatura. Otra recomendación es asegurarse de cerrar las persianas o cortinas durante la noche, lo que ayuda a conservar el calor interior. También es clave cerrar las puertas entre los distintos departamentos de la oficina para evitar la pérdida innecesaria de calor hacia las zonas no utilizadas.
El simple acto de apagar la calefacción al ventilar las habitaciones, abriendo las ventanas, también contribuye al ahorro energético. Para quienes buscan soluciones más permanentes, realizar trabajos de aislamiento en el edificio es una inversión a largo plazo que promete una reducción significativa en los costos energéticos. En este contexto, se debe destacar que la calefacción representa el 50% del consumo energético de una oficina. Por lo tanto, reducir el uso de los radiadores es un paso esencial para disminuir la factura energética de la empresa.
Apuesta por los ordenadores portátiles
Al tomar la decisión entre un ordenador de sobremesa o un portátil, es fundamental evaluar el consumo energético de cada uno. Un equipo de sobremesa tiene un consumo medio que varía entre 150 y 250 kWh al año, lo cual representa un uso elevado de energía. En cambio, los portátiles, más eficientes, requieren solo aproximadamente 70 kWh anuales. La diferencia se traduce en un ahorro sustancial en el consumo energético, especialmente si se emplean varios dispositivos a lo largo del año.
Si no es imprescindible contar con un ordenador, las tabletas con pantallas táctiles pueden ser una excelente opción. Estos dispositivos no solo son más portátiles, sino que su consumo energético es aún menor en comparación con los portátiles, convirtiéndose en una opción más sostenible y eficiente para tareas básicas y móviles. Esta elección puede generar importantes ahorros para las empresas que busquen optimizar sus recursos.
Apaga los dispositivos
Cada vez es menos común encontrar organizaciones donde el personal no utilice un ordenador. En muchas ocasiones, el equipo permanece encendido durante largos períodos. Al hacer una pausa, es recomendable poner los dispositivos en modo de suspensión, sin embargo, incluso en este estado, siguen consumiendo energía. La opción más eficiente es apagarlos completamente durante los descansos, especialmente en la hora del almuerzo o al finalizar la jornada laboral.
Con esta sencilla acción, una empresa puede reducir hasta un 11% de su consumo eléctrico. Resulta un cambio fácil de implementar y que tiene un impacto considerable en la reducción de gastos. Para maximizar el ahorro energético, es clave desconectar los equipos antes de dejar el espacio de trabajo. Esta práctica no solo ayuda a disminuir costos operativos, sino que también contribuye a la sostenibilidad ambiental, siendo una medida simple que beneficia tanto a la empresa como al entorno.
Apuesta por el teletrabajo
El teletrabajo ha experimentado un avance significativo desde el inicio de la pandemia. A pesar de que muchos empleadores aún muestran reservas ante esta modalidad, existen beneficios notables que no pueden pasarse por alto. Uno de los aspectos más destacables es la reducción en el consumo energético, tanto para la empresa como para el empleado. Al trabajar desde casa, se eliminan los costes asociados a mantener una oficina abierta y operativa, con su correspondiente gasto energético.
Los desplazamientos, que en muchos casos implican largos viajes en coche o transporte público, también se ven minimizados, contribuyendo así a una disminución en la huella de carbono. Esta dinámica no solo genera ahorros económicos, sino que, a nivel personal, los teletrabajadores adoptan conductas más sostenibles. En su día a día, tienden a ser más conscientes del uso de la electricidad, limitando el encendido de luces innecesarias, optimizando la calefacción y teniendo más cuidado con el agua.
Este comportamiento más ecológico no es solo un efecto de la pandemia, sino un reflejo de la creciente conciencia ambiental que gana terreno en las nuevas formas de trabajo, favoreciendo un entorno más sostenible tanto en el ámbito laboral como en el doméstico.