Pros y contras del leasing

Pros y contras del leasing

Si somos emprendedores, una de las fórmulas que se encuentran más de moda en la actualidad para financiar tus movimientos es el leasing. Con este método lo que conseguimos es un contrato de arrendamiento o lo que es lo mismo, el alquiler de un bien. Este bien suele ser por lo general un inmobiliario, un vehículo entre otros. Cuando el periodo del alquiler que se había propuesto en el contrato va llegando a su fin, las dos partes se reúnen y toman una decisión de futuro en la que se reflejan tres salidas.

Por un lado el emprendedor tiene la posibilidad de que después de haber disfrutado de dicho bien, pueda adquirirlo. En dicho precio se incluye tanto los gastos que han podido surgir, el valor residual del mismo, además claro está de los intereses que se hayan estipulado anteriormente.

Después de esta salida, se tiene el derecho a no aceptar la compra del bien utilizado, devolviéndolo tal y como lo había adquirido, cerrando de esta manera el contrato hasta que se vuelva a llegar a otro acuerdo más adelante.

Y para terminar, se puede llegar a la posibilidad de que el contrato de arrendamiento se prolongue durante unos meses más, siempre habiendo un acuerdo por las dos partes, y en el que por lo general, el precio del alquiler se reduce en un tanto por ciento.

Para el joven emprendedor que no puede costearse la compra de una gran maquinaria para su empresa, o incluso a lo referente de mobiliario de oficina, incluyendo los ordenadores y otros servicios es una gran ventaja porque le permite aprovechar dichos artículos a un precio muy reducido ganando dinero realizando su actividad empresarial. Pero este proceso no está exento de desventajas, por eso hemos decidido explicarte todos las ventajas y pormenores que puedes encontrar al incluir en tu financiación el leasing.

Ventajas del leasing

Para realizar este pequeño estudio sobre las ventajas y desventajas del leasing hemos buscado asesoramiento al portal especializado, el cual lleva desde hace años trabajando para empresas que están interesadas en leasing, aconsejándolas e informándolas sobre la financiación que mejor les viene para cada tipo de negocios.

La primera ventaja que encontramos a la hora de aceptar un contrato por leasing es la protección que hayamos frente la obsolencia. En otras palabras, el arrendatario tiene menos peligro de quedarse sin solvencia económica debido a la compra de los múltiples gastos que debe realizar cuando comienza su andadura empresarial. Por otro lado, el arrendador obtiene beneficios por un contrato, que ya sea largo o corto, le va a suponer unos ingresos.

Entre otra de sus ventajas es que la elaboración del contrato es algo flexible y que deciden entre las dos partes, pudiendo hacer variaciones en el contrato adaptándolo a su modelo de empresa. Esto hace que sea mucho más fácil para el emprendedor hacer frente a los gastos que en otras circunstancias, debido a los contratos restrictivos y firmes que pueden ofrecerle por otros métodos de financiación.

Cuando nos lanzamos a la creación de una empresa siempre estamos corriendo riesgos, por eso nos vemos en la necesidad de conocer al dedillo todos los gastos que vamos a tener, para no llevarnos ningún sobresalto. Respecto a esto, la financiación que obtenemos del leasing la iremos pagando en tasas fijas que habremos acordado en el contrato, de esta manera cada mes se sabe que se va a pagar hasta la finalización del contrato.

Desventajas del Leasing

A priori con todo lo que te hemos contado sobre el leasing nos hace ver que es un buen método financiero, no solo por el proceso, sino también por las opciones finales cuando se ha terminado el contrato, pero también incluye algunas desventajas que conviene conocer antes de embarcarse en cualquier proyecto.

Cuando tenemos arrendado un bien por medio del leasing, hasta que no termine el contrato no podremos optar por la venta del mismo, por lo que en muchos casos obtenemos a mitad del contrato el dinero suficiente para hacernos con estos bienes que tenemos alquilados, pero debemos seguir pagando por ellos hasta la finalización, para luego comprarlos con los valores residuales que han quedado, y también con los intereses que conlleva.

De la misma manera los contratos deben seguirse tal y como está firmado, ya que el no pago del mismo o incluso el incumplimiento del contrato supondrán una penalización económica que podría suponer una gran carga para el bolsillo del emprendedor.

Otro de los inconvenientes que podrás encontrar es que con el leasing no se incluyen servicios adicionales, como los seguros de los vehículos o los equipos informáticos, debiendo ser costeados por el empresario, y si en el caso de que estos bienes estuvieran defectuosos a la hora de entregarlos después del contrato deberán pagarse por ellos.

Conclusiones

Como puedes ver, esta fórmula de financiación puede suponer un gran respiro para las empresas que empiezan y quieren tener todos sus gastos bien controlados, sin hacer excesos en las compras de inmobiliarios o bienes que les ayuden a arrancar con su proyecto, pero como en todo hay que correr riesgos, debiendo decidir bien antes de dar un paso tan importante, por eso lo ideal siempre es contactar con un experto que le pueda asesorar en su caso particular.