Cada año, se liberan grandes cantidades de materiales sintéticos y químicos al medio ambiente, sin olvidar el impacto contaminante generado por las grandes empresas industriales.
En tiempos recientes, ha habido una creciente inclinación hacia prácticas de consumo y producción más amigables con el medio ambiente, también conocidas como “verdes”. En la actualidad, se han desarrollado alternativas más saludables y respetuosas con el entorno para reemplazar los envases convencionales, entre ellas, los envases biodegradables.
Pero, ¿qué caracteriza a los envases biodegradables? ¿Cuáles son las normativas que deben seguirse al respecto? ¿Qué materiales son aptos para la fabricación de estos envases? Y, por último, ¿cuáles son las principales razones para elegir envases biodegradables? Todas estas preguntas encuentran respuesta detallada en nuestro artículo.
¿Qué son los envases biodegradables?
Los envases biodegradables son aquellos que pueden descomponerse en menos de 6 meses, gracias a la influencia de la luz, el aire, la humedad y las bacterias del entorno. Al final de este proceso, solo quedan pequeñas moléculas que las plantas pueden reutilizar.
La gran ventaja de optar por envases ecológicos radica en su capacidad para minimizar el impacto en el medio ambiente. Esta disminución de la huella ecológica es crucial y debe abordarse en diversos niveles para garantizar un beneficio ambiental significativo. Por lo tanto, elegir envases biodegradables no solo contribuye a la sostenibilidad, sino que también ayuda a preservar nuestro entorno de manera más efectiva.
Información de los envases biodegradables
Es importante emplear materiales reciclados en la fabricación de envases. Los envases biodegradables, por su parte, deben ser confeccionados con materiales naturales que no representen riesgos para el ecosistema, pudiendo incluso incorporar materiales reciclados. Es crucial que estos envases no contengan sustancias químicas perjudiciales.
En el proceso de producción de envases, se debe evitar el uso de procedimientos químicos. La transformación de materiales destinada a obtener envases biodegradables no debería involucrar procesos químicos.
Los envases biodegradables deben ser igualmente eficaces que los envases convencionales. Su versatilidad les permite servir diversos propósitos, como el embalaje en almacenes, la entrega de pedidos o el envío de paquetes. Asimismo, son adaptables a diferentes tipos de productos, incluso aquellos destinados al consumo humano.
Es fundamental que el ciclo de vida de los envases biodegradables no cause daño al medio ambiente. Además, es relevante tener en cuenta que estos envases no necesariamente son compostables.
Clasificación de los plásticos biodegradables
A pesar de que en muchas ocasiones solemos agrupar a los plásticos biodegradables en un mismo grupo, la verdad es que se deben diferenciar. Esa diferencia la podemos ver a continuación.
- Origen: estos envases pueden estar fabricados con plásticos biodegradables de origen fósil o biológico. Estos últimos son conocidos bajo el nombre de bioplásticos.
- Compostabilidad: en este grupo podemos ver plásticos que no son compostables y BioCom que suelen ser plásticos de origen vegetal.
¿Cómo están regulados los envases biodegradables?
Todo está regulado a través de la normativa EN 13432. Esta regla abarca todas las características de los envases que son tanto biodegradables como compostables. Se encarga de definir los diversos métodos de prueba y los criterios de evaluación para determinar la aceptabilidad final de las soluciones de embalaje. Además, incluye todos los términos relacionados con la biodegradabilidad y compostabilidad, ofreciendo así una guía integral en este ámbito.
La normativa EN 13432 fue instaurada por el Comité Europeo de Normalización y aborda todos los materiales empleados en la fabricación de envases biodegradables y compostables. Es importante destacar que un material reciclable no siempre resulta adecuado para los procesos de compostaje.
Cuando nos referimos a la biodegradabilidad, estamos hablando de la transformación metabólica de un material compostable en dióxido de carbono, agua y humus. Según la normativa EN 13432, un material debe lograr un 90% de biodegradación en un plazo de 6 meses para ser considerado orgánico. Para ello, es esencial que el material esté expuesto a un entorno rico en dióxido de carbono.
Un material que sea biodegradable y compostable debe tener una baja concentración de metales pesados, según la normativa. Esta también establece límites en cuanto a valores de pH, niveles de sales minerales, concentración de elementos volátiles, así como los niveles de nitrógeno, potasio, magnesio y fósforo.
Tipos de envases biodegradables
Actualmente podemos encontrar tipos de plásticos biodegradables de origen sintético y biológico. Te las vamos a mostrar a continuación para que puedas conocer más a fondo los diferentes tipos.
Plásticos biodegradables de origen biológico
Los bioplásticos hechos con almidón son conocidos por ser frágiles, pero su gran ventaja es que se degradan rápidamente. Es importante tener en cuenta que son solubles en agua, por lo que su uso debe considerarse en entornos específicos. Además, estos bioplásticos pueden ser una opción respetuosa con el medio ambiente.
El PLA, o ácido poliláctico, se obtiene a partir del ácido láctico y se produce utilizando materias primas completamente renovables. Este material es ideal para la fabricación de recipientes y envases destinados al contacto con alimentos, siendo una elección ecoamigable. Su origen renovable lo convierte en una alternativa sostenible.
Los PHA, o polihidroxialcanoatos, resultan de la fermentación bacteriana de materiales vegetales. Se utilizan comúnmente en la fabricación de tapones y bolsas, ofreciendo una opción sostenible que contribuye a reducir la huella ecológica. Este proceso de obtención los hace respetuosos con el medio ambiente.
En cuanto a los bioplásticos basados en celulosa, son rígidos y poseen una resistencia apreciable. Se emplean principalmente en la generación de etiquetas y tapones, proporcionando durabilidad y fortaleza a los productos en los que se utilizan. Esto contribuye a mejorar la calidad y la vida útil de los productos, al tiempo que se reduce el impacto ambiental.
Plásticos biodegradables de origen sintético
El PES, o polietersulfona, es muy usado en las industrias alimentaria y farmacéutica gracias a su capacidad para interactuar con el agua, lo que lo hace especialmente útil en situaciones donde la higiene es fundamental.
El PBAT, también conocido como polibutileno de teraftalato adipato, destaca por su tolerancia al calor, flexibilidad y transparencia. Estas características lo convierten en una elección ideal para diversas aplicaciones, sobre todo aquellas que requieren resistencia térmica.
PCL, o policaprolactona, se trata de un material altamente resistente, especialmente recomendado para la fabricación de películas. Su durabilidad lo posiciona como una opción confiable en aplicaciones que demandan resistencia y flexibilidad.
El TPS, almidón termoplástico, es una mezcla de poliésteres y almidones derivados de varias plantas, lo que lo convierte en una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Se presenta como una alternativa interesante en el ámbito de los materiales plásticos.
El PBS, succinato de polibutileno, se destaca por ser excelente en la fabricación de botellas, bandejas y diversas soluciones de empaque. Gracias a su versatilidad, se adapta eficazmente a diferentes necesidades de envasado.
¿Dónde se pueden comprar envases biodegradables?
Cada vez son más las personas y empresas que están optando por los envases biodegradables. Si quieres disfrutar de los mejores envases biodegradables te invito a visitar el catálogo de Servimark.
A través de esa tienda online podrás encontrar una amplia variedad de envases entre los que elegir. Puedes optar por envases de uso único, bolsas de papel… Cada uno de esos envases destacan por ser fabricados con diferentes materiales y tamaños. Así podrás tener la certeza de que te será fácil encontrar el envase que quieres proporcionar a tus clientes. Con esos envases no solo podrás dar una buena imagen a tus clientes, sino que también podrás poner tu granito de arena para retrasar el cambio climático.
¿Por qué cambiar a envases biodegradables?
La transición a envases biodegradables brinda numerosas ventajas tanto para individuos, comerciantes como para la industria en general. Este tipo de embalaje posibilita una significativa reducción de tu impacto ambiental, permitiéndote contribuir activamente a la preservación del ecosistema. Encontrarás valiosos consejos a continuación para incorporar envases eco-responsables en tu inventario.
Además, al optar por soluciones de embalaje biodegradable, te conviertes en un participante activo en la valorización de materias primas naturales. Esta elección no solo ayuda a disminuir los desechos plásticos, sino que también contribuye a la reducción de la contaminación, marcando así una diferencia positiva en el cuidado del medio ambiente.