Las ventajas de un servidor dedicado son muy abundantes, y es la primera opción cuando hablamos de negocios. No obstante, configurar tu servidor dedicado es un proceso complejo, y tu sistema operativo y el resto de software serán un elemento crucial para la configuración y el propósito final del servidor.
Normalmente la mayor parte de la configuración la llevará a cabo tu empresa de alojamiento. Si el soporte que tienes con tu empresa de hosting es completo, felicidades, ya que es una preocupación menos para ti y, en gran medida, una buena decisión. No obstante, si en tu empresa tienes tu propio personal de TI para administrar tu sistema y/o no tienes incluido la gestión completa del servidor en el servicio contratado, deberías de seguir leyendo ya que te vamos a dar algunos consejos para averiguar qué sistema operativo debes de elegir para tu servidor dedicado.
¿Qué sistemas operativos es más recomendable?
Hay esencialmente dos opciones para el sistema operativo del servidor dedicado: Windows o Linux. Las tarifas de las licencias de Windows te costarán más para ejecutarlo en tu servidor; Linux es sin duda alguna, la opción más popular, ya que se ejecuta en alrededor del 80% de los servidores web del mundo.
En el mercado actual existen innumerables versiones de Linux (todas ellas diferentes), llamadas distros. Uno de los más populares y que tiene una gran aceptación a la hora de implantarlos en los servidores dedicados es CentOS, que tiene las ventajas de ser una solución empresarial ampliamente distribuida, que es muy estable y ha sido probada en gran medida para el entorno del servidor web.
¿Por qué utilizar Linux es mejor que Windows?
A la hora de valorar entre un sistema operativo u otro, lo primero que debemos de tener claro es que el sistema operativo de servidor Linux ofrece una serie de ventajas sobre Windows, siendo Linux mucha más estable.
Al tratarse de servidores estos deben de estar en todo momento encendidos, las 24 horas del día los 365 días del año por lo que es crítico que el sistema operativo en ningún momento se bloquee.
Los sistemas Linux pueden ejecutarse durante años sin fallar o sin necesidad de reiniciar, un atributo crucial y que debemos de valorar considerablemente ya que el tiempo de inactividad puede ser desastroso para una empresa.
Otra de las grandes ventajas que conseguimos con una distribución Linux, es que también puede administrar y ejecutar una gran cantidad de procesos múltiples simultáneamente, y las actualizaciones se llevan a cabo sin problemas, sin la necesidad constante de reiniciar en Windows.
Básicamente se traduce en que a la hora de definir los requisitos de nuestro servidor podremos optar por una especificación más baja a nivel de hardware, ya que una distribución Linux no consume tantos recursos como una distribución Windows.
Además de todo lo ya comentado la seguridad es un factor importante, especialmente con la creciente ola de delitos cibernéticos.
Linux, debido a su diseño como sistema multiusuario, es mucho más seguro que Windows. Sin embargo, las plataformas de servidor de Windows han mejorado mucho a lo largo de los años y tienen la ventaja de estar familiarizadas: la mayoría de las personas ya saben cómo usar Windows.
De cualquier manera, tu proveedor de alojamiento debería poder recomendar el mejor sistema operativo para tu servidor y si dispones de técnicos TI ellos teniendo en cuenta todo lo comentado también lo valoraran.
