Qué tipos de suelos para oficinas hay y qué características deben cumplir

La importancia de trabajar en un entorno cómodo y seguro es enorme, sobre todo en las oficinas y en las empresas. Y es que la confortabilidad de este espacio afecta directamente en la productividad y en el grado de motivación de los trabajadores. La elección del suelo de una oficina parece una nimiedad de primeras, pero tiene muchísimo más significado del que podemos imaginarnos.

En muchos trabajos, los empleados pasan horas y horas de pie y en otros, aunque trabajan en el escritorio, puede que haya bastante tránsito de clientes, por lo que un buen suelo va a resultar imprescindible. A la hora de escoger el mejor suelo para la oficina tenemos que considerar aspectos funcionales, de coste, estéticos, etcétera. Y si no sabes cuáles son las mejores recomendaciones, te contamos a continuación las características que tiene que tener un suelo de oficina.

Más allá de todo esto, también queremos hablarte de los tipos de suelos para oficinas que existen, pues en el caso de que necesites renovar tu oficina o quieras comenzar con obras sabrás por donde tirar. Una vez que conozcas las especificaciones de estos suelos te darás cuenta de la importancia que tienen para los empleados.

Tipos de suelos para oficinas

A la hora de seleccionar el suelo para nuestra oficina tenemos que considerar las necesidades de los usuarios que van a moverse por este tipo de suelo y el tipo de trabajo que se va a realizar sobre él. En algunos casos, puede ser muy importante también buscar asesoramiento para no equivocarnos y encontrar el suelo de mayor calidad.

Si no sabes qué suelo utilizar para tu oficina porque no tienes demasiado claro qué puede ofrecerte cada tipo de suelo, en https://www.briconeo.es/ tienes un catálogo amplísimo en el que encontrar todo tipo de suelos naturales y artificiales. Además, cuentas con un equipo a tu disposición que puede ayudarte a escoger. Gracias a su ayuda serás capaz de encontrar el mejor suelo para tu oficina.

En el caso de que creas poder hacerlo por cuenta propia, simplemente puede seguir las indicaciones que comentamos a continuación para valorar cuál sería el suelo más adecuado de entre todos los tipos de suelos para oficinas que existen:

  • Suelos de vinilo. Cada vez más populares, tanto en el ámbito industrial como en el doméstico, son seguramente el tipo de suelo que más dura. Ofrece una excelente amortiguación, que nos ayuda a que las largas caminatas o las altas horas de pie apenas nos pesen. Esto se debe a que se crean con materiales flexibles y elásticos y, por lo tanto, resultan ideales para oficinas. Otro de los puntos fuertes de estos suelos es que son sencillos de limpiar y se fabrican con materiales impermeables. El revestimiento es muy adecuado también para evitar acumulación de bacterias y ácaros, y cuentan con una buena absorción del sonido.
  • Suelos laminados. Como contrapunto tenemos otro de los suelos más populares para oficina, sobre todo por su capacidad de insonorización y por la facilidad en el proceso de instalación. Los suelos laminados son además altamente estéticos y nos ofrecen muchísimas opciones en los acabados, en el aspecto y en los colores. Podemos encontrar suelos laminados que imitan materiales naturales, por lo que se adaptarán por completo a la imagen de la empresa. El mantenimiento y la limpieza es bastante sencillo y, además, lo que más destaca es que no necesitan de un tratamiento de suelo previo a la hora de instalarlos, ya que se pueden colocar sobre todo tipo de superficies.
  • Suelo de moqueta. Seguramente la opción más tradicional y que en la actualidad no tiene tanto uso, pero puede resultar muy adecuada para ciertos tipos de oficina. Suele ser sobre todo la más adecuada para los suelos radiantes en los que queremos mejorar la temperatura. Además, nos encontramos ante un suelo nada resbaladizo y que mejorará muchísimo la calidad acústica y la calidad del aire.
  • Pavimento de linóleo. Esta otra opción nos lleva a utilizar un suelo que se elabora con materiales completamente naturales y biodegradables, así que puede ser el más adecuado si tenemos una empresa que apuesta por la sostenibilidad. También podemos encontrar este tipo de suelo en numerosos colores, texturas y gamas muy diferentes, por lo que la estética es un factor muy importante a tener en cuenta. No solo esto, sino que es perfecto para entornos más industriales, ya que tiene una excelente resistencia y durabilidad. 

Características y recomendaciones para suelos de oficina

Una vez que ya conocemos los tipos de suelos más populares para las oficinas, lo siguiente será que nos centremos en qué características debe tener un suelo para oficina. Lo primero que tenemos que considerar es que en función de las necesidades específicas de cada espacio y, sobre todo, de la naturaleza de trabajo podremos considerar un suelo más o menos adecuado.

Aun así, dicho esto, lo cierto es que siempre tendremos que buscar que los suelos de oficina sean cómodos, limpios y seguros y que reúnan todas las características que comentamos en este apartado:

  • Resistente y duradero. Sobre todo hablamos de suelos para oficinas en las que haya bastante tránsito y continuamente tengamos visitas de clientes o un movimiento continuo de empleados. Esto nos ayudará a que el suelo se mantenga en buen estado tanto estéticamente como funcionalmente.
  • Antideslizante. Otro aspecto clave que tenemos que buscar sí o sí, en cualquier oficina, independientemente del tipo de negocio, va a ser un suelo que evite resbalones. Esto es imprescindible para cuidar la seguridad de los trabajadores y evitar cualquier accidente laboral. La seguridad es lo primero en cualquier espacio de trabajo, así que tenemos que asegurarnos de que el suelo sea antideslizante, sobre todo también para que no pueda poner en riesgo la salud de los trabajadores en caso de emergencias o incendios.
  • Higiénico. Cualquier suelo de oficina también debe ser sencillo de limpiar y de mantener. Esto no solo permitirá que toda la oficina se vea más arreglada y ordenada, sino que además nos ahorrará muchísimos costes. Un suelo caro de mantener resultará un estorbo a la larga.
  • Insonorizado. Dependiendo del tipo de negocio y de empresa, en muchas ocasiones puede resultar muy interesante que el suelo tenga una buena propiedad de absorción del sonido. Con esto, lograremos reducir los sonidos externos en el espacio de trabajo para ayudar a que la producción sea más elevada y el ambiente de trabajo más tranquilo.
  • Antiestático. De una forma similar al punto anterior, también se recomienda optar siempre por suelos antiestáticos para oficinas. Estos ayudarán a absorber las tensiones electrostáticas de instalaciones eléctricas cercanas y mejorará muchísimo la seguridad de la oficina.
  • Cómodos. Dependiendo también de si los trabajadores van a pasar más o menos tiempo de pie, también tendremos que considerar la comodidad del suelo. Aunque esto puede sonar algo extraño, lo cierto es que existen numerosos tipos de suelo que ofrecen amortiguación de pisada y que, por lo tanto, ayudarán a reducir la fatiga y ayudar a que los trabajadores se sientan más cómodos.

Más allá de todo esto, también podemos considerar sobre todo el tema económico y el estético, aunque deben ser los últimos en los que pensemos. La prioridad son los aspectos que hemos mencionado en la lista, pero si conseguimos que el suelo reúna todas las características previas y además sea estético y vaya acorde con la imagen de la empresa todavía mejor. Además, será igual de importante encontrar el equilibrio perfecto entre la calidad y el presupuesto para escoger el mejor suelo para una oficina.