Sesión de coaching: estructura y desarrollo básico

Sesión de coaching: estructura y desarrollo básico

La metodología del coaching busca hacer aflorar el potencial de una persona, para que ésta logre alcanzar sus metas. Hay que hacer hincapié en el concepto de “ayudar a aprender”, no hay que caer en la idea de que el coach dice lo que hay que hacer. El coach orienta para que poco a poco la persona encuentre con sus propios recursos el camino a seguir para conquistar sus objetivos. Para lograrlo, debe de actuar de una forma determinada, la idea es: adaptar el sistema de trabajo a la realidad del coachee, pedir y dar feedback, motivarlo y, ante todo, debe de ser capaz de manejar el arte de realizar preguntas.

Uno de los temas más difíciles de la formación como coach, es manejar los tiempos y formas para generar las preguntas adecuadas que sirvan para que el coachee fluya por el camino correcto. El filósofo Sócrates decía: “Se debe de ayudar a la gente a comprender, pero lo que no se puede hacer es que la gente comprenda”. La costumbre nos impulsa a decir a los demás cómo deben de hacer las cosas, asumiendo que lo que está claro para nosotros ha de estar claro para los demás. Eso evidentemente no es coaching, el objetivo de éste es ayudar a las personas a desarrollarse, es decir, ayudar a comprender.

A continuación, veremos cómo estructurar las sesiones de coaching y algunos ejemplos de cuestiones que se pueden utilizar en ellas. Hay que tener en cuenta que dichas cuestiones se pueden implementar de forma muy variada como por ejemplo, lanzar preguntas abiertas sobre frases de la vida analizándolas y enfocándolas al tema en cuestión, y no solo centrarnos en pasar un cuestionario al coachee, el cual acaba sintiéndose presionado por el interrogatorio.

¿Cuál debe de ser la estructura de una sesión de coaching?

Los siguientes puntos tienen como meta servir a todo aquel profesional de coaching como guía para la realización de sus sesiones. Dichos puntos dividen la sesión en cuatro fases, y plantean no solo cuál debe de ser el objetivo de cada una de las fases, sino algunos ejemplos de preguntas útiles en cada una de ellas.

Fases de una sesión de coaching

Definición de las metas a lograr

En esta fase se debe de decidir antes que nada quién va a tomar la iniciativa en la definición de los objetivos. Lo normal es que sea el coaching quien los determine, pero se puede dar el caso de que sea el coachee quien tome las riendas por motivos varios. Independientemente de qué parte inicie el planteamiento, los objetivos siempre deben de ser consensuados. Algunas cuestiones útiles que puede implementar el coach cuando es él quien toma las riendas son:

  • “Para iniciar la actividad sobre… ¿Dónde crees que deberíamos de hacer foco?”
  • “¿Qué tipo de resultado crees que sería el adecuado al finalizar la sesión de coaching?
  • “¿sobre qué te gustaría que trabajásemos?”

La exploración de la situación actual

El coach centrará todo su esfuerzo en conseguir que el coachee genere una descripción de la realidad de la forma más objetiva posible. Para ello debe de invertir el tiempo de la sesión que sea necesario, siguiendo con cuidado los razonamientos de éste. Debe de escuchar activamente para luego poder sacar a debate los aspectos que él considera más importantes para la consecución de la tarea. El ejercicio, claro está, deberá realizarlo a base de preguntas como:

  • ¿Cuál crees que puede ser el efecto que puede tener lo que tú comentas sobre (un punto que ha pasado por alto)?
  • ¿Cuáles han sido tus medidas hasta la fecha para corregir el problema? ¿Cuáles han sido los resultados?
  • ¿Esta situación qué consecuencias acarrea para la consecución del objetivo?

La búsqueda de opciones

En esta fase no hay que centrarse en encontrar “la opción adecuada”, sino realizar una amplia lista de posibles alternativas. La idea es recopilar el mayor número posible de opciones sin realizar valoración alguna de ellas. Los expertos aseguran que para la solución de problemas es necesario separar cuándo se emiten las distintas alternativas y cuándo se realiza la toma de decisiones. Algunas cuestiones para esta fase son:

  • ¿Qué produciría un cambio en la situación?
  • ¿Qué opciones ves?
  • ¿Cuál sería el resultado si ese elemento de la ecuación cambiase?

La toma de decisiones

La última fase es la más compleja, en ella debemos de tomar decisiones sobre todo lo expuesto en la sesión. Dichas decisiones abarcan aspectos como: qué acciones debemos de realizar, cuándo realizarlas, cómo, dónde y si hace falta alguien más. Preguntas relacionadas con este periodo son:

  • ¿Qué pasos debes de dar a partir de ahora?
  • ¿Quién debe de ayudarte y qué necesitas de ellos?
  • ¿Cómo vas a cualificar la consecución de los objetivos?

En conclusión, el coaching busca especialmente lograr dos metas: por una parte, hacer partícipe al coachee en la tarea a realizar, es decir, conseguir que la haga “suya” y, por otra parte, intentar que éste sea autosuficiente en el proceso, consiguiendo que junte la información importante y objetiva para tomar las decisiones más adecuadas. La mayoría de los logros de las sesiones, y por ende programas de coaching, reside en la habilidad para realizar cuestiones y escuchar activamente.